El entorno de Benicàssim es uno de los grandes alicientes para visitar esta población castellonense. Su inmejorable situación junto al mar Mediterráneo y con la maravilla natural que es el Desierto de las Palmas detrás. Pero todavía esconde más pequeñas joyas que nos hacen sentir la maravilla que tenemos a nuestro alrededor.
La Vía Verde arranca en Benicàssim, cerca de la playa del Voramar y recorre durante 5,6 kilómetros el recorrido que realizaba antiguamente el tren que unía Castellón con Barcelona. Y lo hace en esta vía transformada en un recorrido junto al mar que ofrece unas maravillosas vistas al mar.
La Vía Verde es el antiguo trazado del tren, convertido en un paseo espectacular
El recorrido permite ver los pequeños pero impresionantes acantilados de la costa de Benicàssim y Oropesa, y sobre ellos, dos de las antiguas torres de vigilancia que se levantaron para vigilar y proteger la costa castellonense del ataque de los corsarios árabes. Eso sí, tanto La Colomera como la torre de la Cordà son mucho más pequeñas que la Torre de San Vicente y de forma circular.
A mitad de recorrido podemos encontrar el túnel que el tren atravesaba para llegar hasta Oropesa el Mar, un recorrido bajo tierra de unos 800 metros que desemboca muy cerca de la vecina población. Una vez se sale de él, podemos ver las primeras vistas de esta población, sobre todo de su puerto deportivo y de la Playa de la Concha.
El recorrido de ida no dura más de una hora y a mitad de camino se puede bajar hasta la Renegà, una pequeña playa en la que no solo nos podemos refrescar en verano, sino que es un lugar ideal para descansar y coger fuerzas con unas vistas maravillosas de nuestro Mediterráneo.
Al volver a Benicàssim, que nos ocupará otra hora (o un poquito más, si decidimos disfrutar un poquito más del paisaje), no tenemos que olvidarnos de hidratarnos y tomar una deliciosa tapa para acompañar la cerveza, el vino o el refresco en la terraza del Restaurante el Torreon, a muy poca distancia del inicio (o el fin, si llegamos desde Oropesa del Mar). Un lugar ideal para estar tranquilos, recuperar fuerzas y seguir disfrutando de Benicàssim.