Otoño sigue siendo una época ideal para disfrutar de Benicàssim. La práctica del senderismo es mucho más agradable en esta época, cuando no se sufren las inclemencias del tiempo y no se padece el sofocante calor del verano. Además, no hay todavía temperaturas bajas y durante las horas centrales del día se puede disfrutar de un sol agradable. Las lluvias aparecen de vez en cuando, pero no es algo que resulte muy preocupante todavía.
El Desierto de las Palmas es uno de los grandes alicientes para disfrutar de largas mañanas de paseos por un espacio natural que se levanta a las espaldas de la población. Desde el monasterio parten varias rutas que permiten llegar hasta la cima del Bartolo, donde se encuentran las antenas de telecomunicaciones que permiten a la Plana estar bien comunicada.
Son rutas que nos hacen reencontrarnos con la naturaleza, disfrutar del excelente buen tiempo que tenemos en la zona y conocer un poco mejor nuestro entorno. Y no solo eso, sino que se trata de un lugar maravilloso para poder recrearse con las vistas del Mediterráneo, que se extiende a los pies del Desierto de las Palmas.
Otras rutas permiten llegar hasta las Agujas de Santa Águeda, otro de los espacios naturales que permiten disfrutar de rincones únicos y que nos ayudan a oxigenarnos, hacer deporte y abrir el apetito.
Porque después de una mañana caminando entre palmas, viendo la rica fauna que vive en este paraje natural, no hay nada como disfrutar de una buena comida en el Restaurante El Torreón, con el Mediterráneo al lado y con las vistas que solo se pueden tener en Benicàssim. Un lujo que podemos disfrutar en uno de los lugares más agradables de la provincia de Castellón y que sigue abierto durante el otoño, para que los buenos momentos no se queden solo en el verano. ¿Te apetece el plan?