Benicàssim es sinónimo de luz, de sol, de playa y de mar. Esto hace de nuestra población uno de los lugares ideales para disfrutar del tiempo libre, para perderse por la playa y para sentirse a gusto durante las vacaciones o en cualquier momento en que queramos estar bien. Pero esto no solo ocurre en verano, cuando el calor aprieta y el sol está muy presente. En invierno también tenemos días de buen tiempo, donde el calor no es intenso y podemos dedicar un rato en nuestra ajetreada vida diaria a sentirnos bien.
Las playas de Benicàssim nos permiten sentir el Mediterráneo incluso en los días fríos del invierno, cuando hay que ir abrigados pero con el sol iluminando nuestro rostro. Es la maravilla de clima que tenemos en nuestra provincia y un regalo que nos ofrece momentos únicos. Pasear por la arena de la playa cuando está solitaria, sin aglomeraciones, sin gente y sin molestias es un placer que solo podemos tener en esta época del año, cuando no hay turistas de forma masiva y la tenemos solo para nosotros.
Las playas de Benicàssim ofrecen momento únicos también en invierno
El entorno de la Torre de San Vicente tienen muchos alicientes para pasear por una de las mejores playas de la provincia. Una extensa playa de arena fina, mojada por el agua de Mediterráneo que aunque no invita a sumergirse en él hasta la primavera, acompaña durante el día o el atardecer para dejar atrás las preocupaciones del día a día. Y para olvidar los problemas, antes de comenzar el paseo o tras él, nada mejor que parar en la terraza del Restaurante Torreón, junto a la gran torre de vigilancia, para tomar un aperitivo que nos cargue de energía.
La oferta del Restaurante Torreón no solo es ideal para hacer una comida o una cena con los amigos o la familia, sino que además podremos sentarnos en la terraza, junto a la playa y sin preocuparnos de nada más que de sentirnos bien. Compruébalo paseando este invierno por la Torre de San Vicente y siéntete a gusto con el mejor servicio, un refresco o tu cerveza preferida. No lo lamentarás.